Apple ha obtenido un puesto de observadora en el consejo de administración de OpenAI. Pero un analista duda que a partir de tal incorporación se establezca una colaboración más estrecha entre las dos firmas.
Bloomberg informa de que Phil Schiller, responsable de la App Store de Apple y ex director de márketing de la empresa, ocupará el citado puesto en el consejo de administración de OpenAI.
La web de noticias explica que el rol de observador se debe a un acuerdo anunciado en junio, por el que Apple integrará ChatGPT en sus dispositivos iPhone, iPad y Mac, dentro de un repertorio de nuevas capacidades de IA.
Richard Windsor, de Radio Free Mobile, considera que la presencia de Schiller en el consejo de administración beneficia más a OpenAI que a Apple.
El analista destaca que el recién anunciado Apple Intelligence, sistema de inteligencia personal de la firma para sus dispositivos iPhone, iPad y Mac, no utiliza ninguna tecnología de OpenAI.
En cambio, Apple Intelligence permite que el usuario envíe consultas a ChatGPT, en el marco de una solución híbrida destinada a garantizar la privacidad y la seguridad de los clientes.
Windsor señala que Apple también usará grandes modelos lingüísticos (sigas inglesas LLM) de otras empresas, como por ejemplo Baidu y Google.
El analista explica en una nota de investigación que “la iniciativa de OpenAI de invitar a Apple a su consejo de administración” le “lleva a pensar que OpenAI quería ofrecer a Apple una integración más estrecha en Apple Intelligence y que Apple la ha rechazado”.
Windsor apunta que Apple llegará probablemente a la conclusión de que los modelos de OpenAI coinciden en líneas generales con los demás “y por tanto no hallaría ninguna ventaja en una relación exclusiva”.
Bloomberg considera que OpenAI se beneficiaría de una colaboración más estrecha al obtener acceso a cientos de millones de posibles usuarios.
Mantener las distancias con OpenAI
Según Windsor, es bien sabido que Apple desarrolla “tecnología propia siempre que le es posible y rehuye el tipo de dependencia en el que se hallan otros”.
Por ello, el analista no cree que OpenAI pueda ofrecerle a Apple lo que de verdad busca esta última firma a través de Apple Intelligence.
Explica que OpenAI cree con firmeza en modelos cada vez más grandes, que consuman más datos y mayor potencia de computación, y eso no es una prioridad para Apple.
Según Windsor, Apple Intelligence consta de “gran cantidad de pequeños modelos que pueden realizar cada uno de ellos una tarea de IA generativa” que OpenAI no aborda.
Windsor afirma que OpenAI es un caso perdido, que “ha dado indicios de hallarse al borde del desastre”. Así, por ejemplo, recuerda que Sam Altman, consejero delegado de la empresa, la abandonó brevemente en 2023 para ocupar un puesto en Microsoft.
Así mismo, explica que OpenAI, a pesar del respaldo de Microsoft, no ha resuelto sus problemas fundamentales y “podría ser cuestión de tiempo el que vuelva a estrellarse”.
Según Windsor, “lo último que debería hacer un usuario de la tecnología de OpenAI que proceda con prudencia es volverse dependiente de dicha empresa en materia de IA generativa”.
El analista opina que Apple decidirá mantener cierta distancia respecto a la empresa de IA en cuanto empiece a observarla de cerca, al asistir a las reuniones del consejo de administración.
Windsor apunta que llegará un momento en el que Microsoft no tendrá más remedio que adquirir OpenAI.
Según afirma, “el resultado neto de todo ello es que no me parece que esto indique que la relación entre Apple y OpenAI vaya a volverse más estrecha, y en realidad podría reforzar la decisión de Appple de mantenerse a cierta distancia”.
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