Dos partidas excepcionales, el ajuste contable en la empresa conjunta Virgin Media O2 (VMO2) y las provisiones para el ERE en curso en España, situaron a Telefónica en pérdidas en el cuarto trimestre de 2023, aunque el presidente ejecutivo José María Álvarez-Pallete, señala tendencias subyacentes positivas en el conjunto del año.

En el comunicado, que abarca todo el ejercicio de 2023, el directivo destaca el cumplimiento de los objetivos financieros, volviendo al crecimiento y aumentando la rentabilidad, al tiempo que apunta a un impulso continuo para aumentar su impacto social.

Sin embargo, en términos de resultados, la empresa registró una pérdida neta de 2.200 millones de euros en el cuarto trimestre y 892 millones de euros en el conjunto del año debido a dos partidas excepcionales. Esto se compara con un beneficio de 525 millones de euros en el cuarto trimestre de 2022 y 2.000 millones de euros en el conjunto del citado ejercicio.

Los ingresos se mantuvieron estables en 10.200 millones de euros en el cuarto trimestre y aumentaron un 1,6% a lo largo del año hasta alcanzar los 40.700 millones de euros, el mayor volumen registrado por la operadora desde el año 2020.

Destaca especialmente la filial española, cuya facturación de 12.654 millones de euros representa un incremento interanual del 1,3% para el conjunto del año, que fue del 3,3% durante el cuarto trimestre. España aporta un 27% de los ingresos, seguida de Brasil (21%), Alemania e HispAm (ambas 18%) y el Reino Unido (13%).

El grupo finalizó el ejercicio 2023 con un parque instalado de 387,8 millones de accesos. Los de fibra han aumentado un 13% y los de móvil un 3%.

Las cifras anuales de negocio de Telefónica se han resentido puntualmente por los 1.300 millones de euros provisionados para el expediente de regulación de empleo (ERE) en España y los 1.786 millones de ajuste del del fondo de comercio de VMO2 derivado de “el aumento de las tasas de descuento y las condiciones macroeconómicas en el Reino Unido”.

En total, la empresa registró más de 1,1 millones de euros en costes de reestructuración en el cuarto trimestre y 1.700 millones de euros en otros gastos, incluida la suma de VMO2.

Álvarez-Pallete señala que la compañía “sigue ejecutando su hoja de ruta, sin detenerse ante la incertidumbre macroeconómica global”, y añadió que Telefónica ha “vuelto al crecimiento, con mayor rentabilidad y, además, de forma más sostenible”.

Abierta a la compra de operadores

El nuevo panorama del sector en España que se deriva de la aprobación de la fusión entre Orange España y MásMóvil facilitaría que Telefónica adquiera pequeños operadores en España. Según elEconomista, el consejero delegado Ángel Vilá considera que se abre una nueva oportunidad para contemplar operaciones no posibles hasta ahora. El citado medio menciona una eventual absorción de Avatel, que ha construido una red considerable en la España vaciada mediante la compra de diversos operadores locales. Avatel, que también se ha mencionado como posible objetivo de la nueva Vodafone bajo propiedad de Zegona, mantiene una relación mayorista con Telefónica.