Telefónica ha confirmado su intención de abandonar progresivamente sus operaciones en Hispanoamérica, a excepción de Brasil, como parte de una profunda revisión estratégica que será anunciada oficialmente tras el verano. Marc Murtra, presidente de la compañía, ha comunicado esta decisión a la plantilla durante una reunión multitudinaria celebrada en la sede del grupo en Las Tablas (Madrid).

La operadora española busca concentrar sus esfuerzos en los mercados que considera clave —fundamentalmente Europa y Brasil— y en “los negocios que Telefónica sabe hacer”, según ha expresado Murtra y ha recogido Expansión. Estos incluyen la operación de redes de telecomunicaciones y la prestación de servicios de TI, como nube, Internet de las Cosas (IoT) y ciberseguridad, áreas en las que Telefónica España tiene presencia significativa en el mercado nacional.

Adiós a un lastre financiero

La decisión no resulta sorprendente si se analizan los números. Según El Economista, las operaciones en Hispanoamérica (excluyendo Brasil) arrojaron pérdidas de 2.432 millones de euros en 2024. De hecho, Ecuador, Venezuela y Uruguay lograron beneficios, pero éstos no compensaron las caídas en Argentina, Perú, Chile, Colombia y México.

En las últimas semanas, la compañía ha acelerado su estrategia de desinversión. Por un lado, ha completado la venta de su filial argentina por 1.190 millones de euros. Por otro, ha anunciado la venta de su 67,5% de Colombia Telecomunicaciones (Coltel) a Millicom por 368 millones de euros. Y finalmente, en otro orden de cosas, ha declarado concurso de acreedores en Perú.

Este proceso continúa la senda iniciada entre 2019 y 2021, cuando Telefónica vendió sus operaciones en Costa Rica, Guatemala, El Salvador, Nicaragua y Panamá, obteniendo 2.265 millones de euros.

Próximos movimientos

Fuentes del sector anticipan que los activos en México, Chile y Uruguay también serán puestos a la venta próximamente. La compañía ha indicado que procederá con estas desinversiones cuando las condiciones sean favorables, siguiendo la estrategia aplicada en Argentina, donde Telefónica consideró que era “el mejor momento posible” para vender, según declaraciones de sus directivos.

Laura Abasolo, directora general de Finanzas y Control y responsable de Hispanoamérica, ha sido encargada de ejecutar esta transformación, que podría reducir la plantilla global de Telefónica en más de un 27%, ya que las operaciones en esta región emplean a 27.570 trabajadores de los 100.000 que conforman el grupo.

Un nuevo horizonte europeo

Mientras se deshace de sus activos latinoamericanos, Telefónica mira hacia Europa. Murtra ha insistido en sus recientes intervenciones públicas, incluido el MWC Barcelona, en la necesidad de que Europa propicie la consolidación del mercado de las telecomunicaciones, siguiendo los pasos de Estados Unidos y China.

“Ha llegado la hora de que se permita a las grandes empresas europeas de telecomunicaciones consolidarse y crecer para crear capacidad tecnológica”, declaró el presidente de Telefónica, quien aspira a que la compañía tenga “un papel protagonista y activo” en ese proceso.

Los 1.558 millones de euros obtenidos por las ventas de Argentina y Colombia podrían destinarse tanto a reducir la deuda del grupo —que pasaría de 27.161 millones a 25.603 millones de euros— como a garantizar el pago de dividendos o a financiar posibles operaciones de consolidación en Europa.

La nueva estrategia de Telefónica será presentada formalmente en la segunda mitad de 2025, aunque los movimientos corporativos ya indican la dirección que está tomando la empresa española de telecomunicaciones.