El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha dedicado su intervención en el Foro Económico Mundial de Davos a alertar sobre los efectos nocivos de las redes sociales y el control que ejercen los “tecnomillonarios” sobre estas plataformas. En un discurso que se ha alejado de los temas económicos habituales, Sánchez ha acusado a estas élites tecnológicas de “cercenar” la democracia, argumentando que se consideran por encima de la ley y actúan con impunidad.

Crítica

El presidente ha señalado que las redes sociales, creadas inicialmente para unir a las personas y fortalecer la democracia, se han convertido en herramientas de división, desinformación y manipulación. “La polarización del debate público mediante mensajes cortos y simplificados, junto con la proliferación de noticias falsas y contenidos alterados, está erosionando la confianza en las instituciones”.

Según Sánchez, los algoritmos de estas plataformas, diseñados para ocultar ciertos puntos de vista y promover otros, fomentan la manipulación y la censura. Además, estas mismas plataformas que dieron voz a movimientos como el MeToo y Fridays for Future han generado un aumento del ciberacoso, discursos de odio, delitos sexuales y un preocupante incremento de la ansiedad y la soledad.

Propuestas de regulación de las redes sociales

Para abordar esta cuestión, Sánchez presentará tres propuestas concretas a los líderes europeos en la próxima reunión del Consejo Europeo en Bruselas. En primer lugar, propone acabar con el anonimato en las redes sociales mediante un registro europeo de identidad digital, permitiendo el uso de seudónimos pero garantizando la identificación por parte de las autoridades en caso de delito.

En segundo lugar, aboga por la transparencia de los algoritmos, exigiendo “abrir la caja negra” para asegurar el cumplimiento de los requisitos legales y morales de la UE.

Por último, plantea establecer la responsabilidad directa de los directivos de las redes sociales sobre el cumplimiento de las normas en sus plataformas, señalando que las multas actuales resultan insignificantes en comparación con sus beneficios.

En cuanto a las relaciones con Estados Unidos, aunque Sánchez los ha calificado como “aliados” de Europa y España, ha defendido la necesidad de mantener “nuestra manera de hacer las cosas” y ha elogiado la gestión de la Comisión Europea. Ha enfatizado que Europa debe liderar en tecnología y defensa, manteniendo un enfoque coherente tanto en la relación transatlántica como en la UE.

El presidente del Gobierno español ha concluido su intervención expresando su confianza en poder ganar esta batalla, afirmando que “tenemos razón, somos más y ya lo hemos hecho en el pasado”.