La tensión entre Elon Musk y Sam Altman ha aumentado después de que el propietario de X cuestionara la viabilidad financiera de Stargate, el proyecto conjunto de IA en el que participan OpenAI, Oracle y SoftBank Group.

Esta iniciativa, anunciada por el presidente Donald Trump tras su toma de posesión, pretende impulsar las infraestructuras de IA en Estados Unidos mediante una inversión inicial de 100.000 millones de dólares (aproximadamente 96.000 millones de euros) por parte de las tres empresas. La inversión podría alcanzar los 500.000 millones de dólares (unos 480.000 millones de euros) en los próximos cuatro años.

Sin embargo, Musk ha expresado sus dudas sobre el proyecto en X. Según él, “realmente no tienen el dinero necesario”, añadiendo que SoftBank solo tiene asegurados menos de 10.000 millones de dólares (unos 9.600 millones de euros) para el proyecto, información que asegura conocer “de primera mano”.

Altman, CEO de OpenAI, ha respondido que Stargate es “beneficioso para el país” e invitó a Musk a visitar el primer centro de datos que ya está en construcción en Texas. Dirigiéndose a Musk, añadió: “Sé que lo que es bueno para el país no siempre es lo mejor para tus empresas, pero espero que priorices a Estados Unidos en tu nuevo cargo”.

Enfrentamiento entre magnates

La disputa entre los dos gigantes tecnológicos es solo el último episodio de una larga historia. Musk participó en la fundación de OpenAI, pero abandonó la empresa tras desacuerdos con Altman.

Desde entonces, Musk ha criticado al creador de ChatGPT por alejarse de la visión original de OpenAI como organización sin ánimo de lucro, mientras ahora busca establecer un modelo de negocio lucrativo.

A principios de enero, Musk instó a los legisladores a considerar una subasta de los activos de OpenAI mediante un proceso de licitación competitiva, mientras criticaba la reestructuración de la empresa.

Las críticas de Musk a Stargate representan una de las pocas ocasiones recientes en las que el multimillonario se ha mostrado en desacuerdo con una iniciativa respaldada por Trump.

Musk apoyó activamente a Trump durante la campaña electoral, y el presidente le ha encomendado la dirección de un nuevo departamento destinado a mejorar la eficiencia de la administración.