Según lo previsto, la Cámara de Diputados de México ha aprobado la extinción de siete organismos autónomos, entre ellos el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT). La medida, que formaba parte del programa electoral del partido Morena, fue promovida por el expresidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y ha sido aplicada por la nueva presidenta, Claudia Sheinbaum.

La decisión se ha tomado con 347 votos a favor, 128 en contra y ninguna abstención.

La Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones (ATDT) será el organismo encargado de asumir las funciones del IFT. Además de las tareas de regulación del sector de las telecomunicaciones, la ATDT también tendrá un papel clave en la política de inclusión digital, el gobierno electrónico y el desarrollo de software público. José Antonio Peña Merino será el secretario de Estado responsable de dirigir la nueva ATDT.

La decisión de extinguir el IFT ha generado un debate sobre un posible conflicto de intereses. El Consejo Consultivo del IFT había expresado antes de la votación que la reforma equivale a “hacer que el árbitro de un partido sea un jugador de uno de los equipos”. Esta preocupación se basa en el hecho de que el gobierno, a través de CFE Telecomunicaciones e Internet para Todos, ya presta servicios de conectividad a los usuarios finales. Con la absorción de las funciones del IFT, el gobierno se convertiría en regulador y operador al mismo tiempo.

A pesar de la aprobación de la extinción por parte de la Cámara de Diputados, el diputado Ricardo Monreal, presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), ha asegurado que todavía hay posibilidades de salvar el IFT. Monreal ha anunciado que propondrá un ajuste a la reforma antes de dejar el gobierno, y ha asegurado que el IFT y la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) mantendrán su independencia técnica, personalidad jurídica y patrimonio propios.