En tan sólo seis años, India ha pasado de ensamblar iPhones de gama baja a adquirir las capacidades necesarias para producir los modelos más recientes de dicho dispositivo, en volúmenes que crecen sin cesar. El país aspira a alcanzar un éxito comparable en fabricación de chips.
Apple empezó a ensamblar teléfonos en India en 2017, con el modelo iPhone SE. En agosto de 2023, su principal proveedor, Foxconn, ya ensamblaba iPhone 15 en el país indostánico, poco después de que sus instalaciones en China iniciaran la producción de dicho modelo.
Según Bloomberg, la producción de iPhones en India durante el año 2023 se duplicó con creces y ha comportado una reducción de la dependencia de la empresa respecto a China.
Canalys estima que el número de iPhones producidos en India en 2023 fue de 25 millones de unidades, hacia el 12% del volumen total. Lafirma de analistas prevé que dicha cifra podría alcanzar el 21% a finales de 2025 e incluir también modelos de gama alta.
El atractivo del país en el ámbito del ensamblaje de smartphones no se reduce a Apple.
A finales de 2023, Google inició la producción de smartphones Pixel en India, empezando por el que entonces era su modelo emblemático.
Según cifras de Counterpoint Research, la producción de teléfonos móviles en India aumentó de 2014 a 2022 de acuerdo con una tasa de crecimiento anual compuesta del 23%, con 2.000 millones de unidades producidas.
El gobierno ha venido respaldando los avances del país en producción de smartphones mediante una serie de incentivos otorgados a dieciséis empresas de electrónica nacionales e internacionales desde 2020, por un monto de 450.000millones de rupias indias (unos 4.800 millones de euros).
Aumento de las inversiones
¿Podría repetirse semejante éxito en el sector de chips?
El primer ministro Narendra Modi ha señalado el sector de chips como una prioridad clave en su plan de crecimiento económico. Se ha referido a una inversión de 1,3 billones de rupias indias (unos 14.000 millones de euros) en fabricación de semiconductores, con varios proyectos pendientes.
Sus ambiciones en el sector de chips están respaldadas por un programa de 828.000 millones de rupias indias (unos 8.900 millones de euros) aprobado en diciembre de 2021, que permite a las empresas solicitar hasta el 50% de los costes de capital para proyectos de fabricación de chips y pantallas que cumplan los requisitos debidos.
El conglomerado indio Adani Group y la firma israelí Tower Semiconductor acordaron recientemente construir una planta de chips que costaría unos 10.000 millones de dólares (unos 9.000 millones de euros) durante los próximos 3-5 años, con un objetivo de producción de 40.000 obleas al mes en la primera fase y de 80.000 obleas al mes en la segunda.
Hace poco, Tata Electronics ha iniciado una colaboración con Tokyo Electron, a fin de que sus empleados puedan adquirir la formación necesaria para trabajar con el equipamiento de fabricación de chips de la empresa japonesa, que se instalará en la primera planta de producción de chips de India, ubicada en Dholera, Gujarat. La colaboración abarca tanto las tecnologías de fabricación Front-End como las de empaquetado Back-End.
Tata Electronics está invirtiendo 11.000 millones de dólares (unos 9.900 millones de euros) en dichas instalaciones, y también ha destinado 3.000 millones de dólares (unos 2.700 millones de euros) a una planta de ensamblaje y prueba de chips en Jagiroad, Assam. Hace poco firmó un memorando de entendimiento con Analog Devices para estudiar la posibilidad de fabricar chips destinados a infraestructuras de red y vehículos eléctricos en ambas instalaciones.
NXP Semiconductors anunció en el mes de setiembre sus planes de invertir más de 1.000 millones de dólares (unos 900 millones de euros) en India para impulsar sus actividades de I+D.
En marzo, la japonesa Renesas Electronics acordó asociarse con CG Power and Industrial Solutions, filial de Murugappa Group, a fin de crear una planta de ensamblaje y ensayo de semiconductores en Gujarat, con el objetivo de alcanzar una capacidad de 15 millones de unidades diarias.
En 2023, Micron Technology destinó 825 millones de dólares (unos 740 millones de euros) a la construcción de una nueva planta de ensamblaje y ensayo de DRAM y NAND. El gobierno aportó la mitad del coste total del proyecto y el estado de Gujarat cubrió un 20% en forma de incentivos. La empresa explica que la suma de sus propias inversiones y de los fondos otorgados por entidades gubernamentales a lo largo de dos fases distintas asciende a 2.800 millones de dólares (unos 2.500 millones de euros).
Foxconn ha confirmado que tiene planes para incrementar su capacidad de fabricación mediante una inversión de 50.000 millones de dólares taiwaneses (unos 1.400 millones de euros), a pesar de haberse retirado en julio de 2023 de una empresa conjunta de producción de chips que compartía con el conglomerado indio Vedanta Group, con el que había acordado el establecimiento de plantas de producción en Gujarat por un valor de 19.500 millones de dólares (unos 17.500 millones de euros).
A finales de agosto, las autoridades indias y singapurenses incluyeron los semiconductores en un acuerdo de cooperación que, según Vivian Balakrishnan, ministra de Asuntos Exteriores de Singapur, abarcaría “todo el ecosistema de proveedores” y no sólo la fabricación de obleas.
No cabe duda de que India se está beneficiando de la ampliación de las sanciones comerciales de Estados Unidos a China, cuyas restricciones ya no se limitan a la maquinaria de fabricación de chips más avanzada.
Ventajas en mano de obra
Deborah Elms, responsable de Política Comercial de la Fundación Hinrich –una organización defensora del comercio mundial sostenible–, ha declarado a Mobile World Live que en un contexto de grandes transformaciones en todo el mundo las empresas buscan oportunidades de fabricación alternativas. “La gran población de India y las competencias digitales de algunos de los trabajadores de mayor valor hacen que dicho país posea un gran potencial de atracción”.
Elms arguye que el éxito del país dependerá del tipo de chips que fabriquen las empresas locales, y añade que se trata de un sector muy saturado y que incluso la fabricación de chips más antiguos requiere una inversión de capital significativa.
Sanyam Chaurasia, analista de mercados tecnológicos de Canalys, ha explicado a Mobile World Live que la capacidad de fabricación del país se centra actualmente en tecnologías maduras (de 28 a 110 nm), que requieren menos recursos que los nodos avanzados. India también se posiciona como líder en ensamblaje, pruebas y embalaje, “un paso esencial hacia la construcción de un sólido ecosistema de semiconductores, que permitirá una mayor migración tecnológica hacia nodos informáticos de alto rendimiento”.
Ha advertido que el camino que India deberá recorrer para convertirse en una potencia en semiconductores está sembrado de obstáculos, como por ejemplo las limitaciones en el acceso a energía, agua y terrenos adecuados, así comolos elevados aranceles de importación.
Según Chaurasia, “si bien India cuenta con una sólida plantilla de ingenieros y una notable capacidad de diseño, carece de los conocimientos especializados necesarios para la fabricación de semiconductores sofisticados. Superar el déficit de cualificación requerirá inversiones a largo plazo y se necesitarán años para que se resuelva por completo.”
Elms se muestra de acuerdo y señala que los inversores podrían arredrarse ante algunos de los obstáculos a los que se enfrentan numerosas firmas que desean trasladarse o cobrar presencia en India, como por ejemplo incoherencias entre las normativas de diferentes provincias, aspectos fiscales, regímenes jurídicos extremadamente lentos y dificultades en la búsqueda de emplazamientos adecuados para el desarrollo.
India también se enfrenta a una fuerte competencia. Algunos de los mayores fabricantes de chips del planeta, como TSMC y Samsung, están invirtiendo miles de millones en la construcción de plantas de producción de chips en Estados Unidos, Japón y Alemania, atraídos por una serie de incentivos, ya que dichos países tratan de diversificar las líneas de suministro, fomentar la producción nacional y crear campeones nacionales.
Aún así, India, con media docena de proyectos anunciados durante los últimos meses, ha empezado con fuerza.
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