Ericsson ha anunciado su intención de asumir un deterioro no monetario de 11.400 millones de coronas suecas (unos 1.000 millones de euros) en sus próximos resultados del segundo trimestre, relacionado en su mayor parte con el negocio de nube de Vonage, que adquirió en 2022 y que ya causó pérdidas cifradas en 2.900 millones de dólares (unos 2.700 millones de euros) al descender su valor.

El suministrador ha señalado que el nuevo cargo vinculado a los activos intangibles de Vonage refleja una reducción en la previsión de crecimiento del mercado en una parte de la cartera actual de la división. Dicho cargo se contabilizará en los resultados que están a punto de anunciarse.

Niklas Heuveldop, consejero delegado de Vonage y director del área de negocio de Plataforma de Comunicaciones Globales de Ericsson, ha explicado en una declaración que “a la vista del deterioro en el entorno de mercado y las decisiones electivas adoptadas para reorientar las inversiones en áreas de prioridad estratégica, se han reevaluado ciertas hipótesis de crecimiento, lo que ha dado lugar a un deterioro no monetario”.

Aunque Vonage haya sufrido una segunda depreciación de cierta importancia en tan sólo un año, Ericsson se mantiene firme en su estrategia de “desarrollar una nueva fuente de monetización para la industria de telecomunicaciones”. De hecho, adquirió Vonage con miras a usarla como elemento clave para ello.

La empresa añade que “Vonage ocupa una posición central en la digitalización de las empresas y la sociedad, a través del desarrollo de la Global Network Platform para interfaces de programación de aplicaciones destinadas a redes”, y señala que su plataforma ya ha firmado doce acuerdos con proveedores de servicios.

Ericsson llevó a término la adquisición de Vonage en 2022, por un total de 6.200 millones de dólares (unos 5.700 millones de euros). El deterioro de 2.900 millones de dólares acaecido en 2023 se atribuyó a “la importante caída de la capitalización bursátil de las empresas homólogas de Vonage que cotizan en bolsa, el aumento de los tipos de interés y la ralentización general de los principales mercados de Vonage”.