Donald Trump se ha impuesto en las elecciones presidenciales estadounidenses y su segundo mandato empezará en enero de 2025. Pero aún no está claro qué repercusiones va a tener sobre el sector de las telecomunicaciones.

Ni Kamala Harris ni el propio Trump han efectuado declaraciones públicas sobre sus planes para el sector de telecomunicaciones en el curso de la campaña electoral. Mobile World Live se ha puesto en contacto con varios analistas para conocer sus pronósticos.

El cambio más previsible es el que presumiblemente se producirá en la dirección de la FCC (siglas inglesas de Comisión Federal de Comunicaciones, el organismo regulador estadounidense).

Por imperativo legal, la FCC cuenta con cinco comisarios que representan a los dos principales partidos políticos, y los cinco son nombrados por el presidente y confirmados por el Senado estadounidense.

Roger Entner, fundador y analista de Recon Analytics, prevé el nombramiento del republicano Brendan Carr como presidente de la FCC. Este supervisaría la estrategia del organismo, en una situación en la que su partido se hallaría en una ventaja de 3 a 2 respecto a los demócratas.

Según Entner, Carr “se ha expresado con gran franqueza. Creo que veremos mayor énfasis en los satélites, así como agnosticismo frente a la tecnología multimodal de programas como BEAD.

Además del propio Entner, otros analistas, como John Strand, de Strand Consult, y Dead Bubley, fundador de Disruptive Analysis, prevén que la FCC y Carr harán borrón y cuenta nueva de los recientes intentos de recuperar la neutralidad de la red, abandonada durante el anterior gobierno de Trump.

Según Strand, “la desregulación estará a la orden del día”.

Autoridad sobre el espectro

La FCC perdió su autoridad sobre las licitaciones de espectro en marzo de 2023, porque no se llegó a un acuerdo en el Senado, aunque la Cámara de Representantes hubiera aprobado una ley para prorrogarla. Políticos, asociaciones industriales y operadoras han proclamado con toda rotundidad que existe una necesidad creciente de espectro.

Los republicanos gozan de mayoría en el Senado, mientras que la composición política de la Cámara de Representantes aún estaba por determinar en el momento de escribir.

Según Strand, “es probable que el Senado aborde el restablecimiento de la autoridad sobre el espectro y la puerta en marcha de la licitación de este, algo que ahora mismo es muy necesario”.

Strand señala que “es muy posible que Trump ayude a la FCC a recuperar el pulso. El espacio y los satélites se hallan en posición idónea para avanzar bajo un gobierno del Partido Republicano”.

Según Bubley, la futura asignación de espectro todavía es una incógnita.

El analista opina que “existen muchas partes interesadas y no está claro cuál de ellas dispondrá de una mayor influencia: si las firmas de telecomunicaciones, las empresas de comunicación por cable, el Departamento de Defensa, la industria de satélites, o las grandes firmas de TI, como por ejemplo HPE”.

Entner sostiene que un segundo gobierno presidido por Donald Trump podría tener como efecto que el Departamento de Defensa se vuelva más flexible.

“Así es como obtuvimos el espectro de 3,45 MHz. La Casa Blanca se impuso al Departamento de Defensa y logró que las cosas funcionaran.”

Ley CHIPS

Durante las últimas semanas, algunos republicanos han aventurado la posibilidad de modificar la ley CHIPS, promulgada bajo la presidencia de Joe Biden.
Según Entner, “tanto demócratas como republicanos quieren evitar los proveedores externos, así que no existe una gran diferencia entre unos y otros”.

Aranceles

Trump es partidario de imponer aranceles a los productos extranjeros que entren en Estados Unidos. Según Bloomberg, ha amenazado con decretar aranceles de hasta el 60% a los productos chinos.

Bubley señala que no está claro qué impacto tendrían los aranceles en el sector de telecomunicaciones ni a qué productos se aplicarían.

Explica que “tal vez contribuirían a que fabricantes como Ericsson produzcan en Estados Unidos, pero en todo caso las firmas de telecomunicaciones seguirán necesitando un gran volumen de importaciones. Lo mismo podríamos preguntarnos a propósito de los chips y los teléfonos.”

Marco normativo

Según Bubley, el segundo mandato de Trump podría no ser buena noticia para gigantes tecnológicos como Google y Meta Platforms, “debido a las preocupaciones de Estados Unidos en materia de grandes firmas tecnológicas y censura”.

“Amazon y Apple, y tal vez Microsoft, podrían resultar menos afectados, pero en realidad no lo tengo claro”.

Entner señala que, para bien o para mal, las telecomunicaciones no han ocupado un lugar prominente en el debate político previo a las elecciones.

Explica que, en su opinión, no es probable “que los fondos asignados a BEAD y cosas por el estilo animen a muchos. No se ha prestado gran atención a las políticas [en dicho ámbito] en ninguna de las dos campañas. El futuro dependerá en buena medida de lo que ocurra en el Congreso.”