En su conferencia de prensa anual, el presidente honorario de América Móvil, Carlos Slim Helú, ha expresado críticas hacia la regulación del sector de telecomunicaciones en México, particularmente hacia el extinto Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT). Slim ha calificado al IFT como “un mal recuerdo” y ha señalado que sus regulaciones afectaron a Telmex, incluso en materia de última milla. Mencionó que el IFT no autorizó a Telmex a ofrecer televisión de pago, pese a que en un momento parecía probable.

Slim ha cuestionado la independencia del IFT, indicando que su presidente fue nombrado por el director jurídico de la Presidencia. Ha argumentado que las regulaciones favorecían a empresas como AT&T y Telefónica, a pesar de su considerable presencia en el mercado global e iberoamericano respectivamente.

Durante la conferencia, Slim ha enfatizado que las plataformas de streaming, como Netflix y YouTube, deberían pagar por el uso de las redes de telecomunicaciones. Ha explicado que estas empresas utilizan la infraestructura sin costo mientras los usuarios asumen el gasto del servicio. Recordó que la Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos (FCC) estuvo cerca de aprobar un mecanismo de “fair share”, pero fue detenido por las empresas de Silicon Valley.

Respecto a los cambios políticos y tecnológicos del sector, Slim ha abordado la llegada de Claudia Sheinbaum a la presidencia de México y la creación de la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones (ATDT). Ha manifestado su interés en conocer los planes de la nueva ATDT para el sector y ha expresado disposición para adaptarse a los requerimientos del nuevo regulador.

Sobre la posición en el mercado, Slim ha afirmado que Telmex representa aproximadamente el 38% del mercado, contradiciendo su categorización como empresa dominante por parte del IFT. Ha señalado que Telcel compite con AT&T y que Telefónica es cliente de AT&T.

En cuanto a infraestructura, ha mencionado la red de fibra óptica de Telmex y ha lamentado las restricciones para ofrecer televisión de pago. Ha abordado la situación de 550.000 equipos telefónicos sin repuestos y ha solicitado autorización para reutilizar piezas. También ha mencionado la intención de retirar 530.000 teléfonos públicos en desuso, pendiente de autorización.

Por último, ha descartado participar en el proyecto satelital del gobierno mexicano, señalando que ya cuentan con ocho satélites a través de su filial brasileña Embratel, y ha defendido la preferencia por invertir en torres y fibra óptica.