La operadora estadounidense AT&T ha anunciado que los datos de 7,6 millones de clientes y 65,4 millones de antiguos titulares de cuentas se han hecho públicos en la web oscura, y que está investigando si la información proviene de sus propios sistemas o de un proveedor.

Según la propia AT&T, se está llevando a cabo una investigación exhaustiva con ayuda de expertos en ciberseguridad internos y externos.

Los datos filtrados contienen información personal, como por ejemplo números de la seguridad social, pero la empresa cree que no hay “información financiera” ni historiales de llamadas. Si bien el caso se conoció hace poco, el análisis preliminar de AT&T ha concluido que los materiales, como muy tarde, son de 2019.

La firma añade que “en la actualidad, AT&T no tiene pruebas de un acceso no autorizado a sus sistemas que haya resultado en la extracción de dicho conjunto de datos al exterior”.

La operadora informa de que se está “adelantando a comunicarse con los afectados” y se hará cargo de los costes de seguimiento del crédito del cliente cuando corresponda. Los códigos de acceso filtrados ya han sido reiniciados.

En el portal que ha abierto para atender a los afectados, AT&T anima a “los clientes a permanecer vigilantes y supervisar la actividad de sus cuentas e informes de crédito”, y les hace saber que las agencias de crédito de Estados Unidos ofrecen alertas de fraude gratuitas.

Además, afirma que se toma “muy en serio la ciberseguridad, y la privacidad es un compromiso fundamental”.