El más alto tribunal europeo ha confirmado una sentencia que obliga a Apple a abonar 13.000 millones de euros a la República de Irlanda en concepto de devolución de impuestos y ha desestimado un recurso de Google contra una multa de 2.400 millones de euros. Ambos casos pueden considerarse importantes victorias para la Unión Europea (UE) en una confrontación cada vez más enconada con las grandes firmas tecnológicas.

El fallo del Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) respalda un dictamen emitido en 2016 por la Comisión Europea, que obliga a Apple a pagar la suma mencionada en concepto de impuestos atrasados y afirma que dicha empresa se benefició de dos resoluciones independientes entre sí que infringían las leyes sobre ayudas estatales y favorecían a dos de sus filiales.

Según el Tribunal de Justicia y la Comisión Europea (CE), dicha “ventaja selectiva” permitió a Apple reducir sus cargas fiscales hasta tan sólo el 0,005% en 2014.

El caso se ha alargado durante mucho tiempo. Se remitió al TJUE en 2020, después de que Apple ganara un recurso para anular la decisión original.

El alto tribunal ha declarado, con fecha de 10 de setiembre, que “el Tribunal de Justicia dicta sentencia definitiva en el asunto y confirma la decisión adoptada por la CE en 2016: Irlanda concedió a Apple una ayuda ilegal que Irlanda está obligada a recuperar”.

Un representante de Apple ha declarado a BBC News que “lo que se ha discutido en este caso no es qué volumen de impuestos pagamos, sino a qué gobierno tenemos que pagarlos. Nosotros siempre pagamos todos los impuestos debidos dondequiera que operemos y jamás hemos recibido un trato especial.”

Google

Por otra parte, Google ha perdido un recurso contra una sentencia de 2017 en virtud de la que la CE le impuso una multa de 2.400 millones de euros por presunto abuso de la posición dominante en el mercado que ocupaba su servicio de comparación de precios de compra.

Un portavoz de Google ha declarado que la empresa está decepcionada con la sentencia. La multa mencionada es una de las tres que se le han impuesto por prácticas lesivas contra la competencia, que al sumarse ascienden a un total de 8.000 millones de euros.

Las sentencias dictadas hoy contra Apple y Google son definitivas e inapelables.

Margrethe Vestager, responsable de políticas antimonopolísticas de la UE, que abandonará el cargo en noviembre, se ha felicitado por ambas sentencias en X. Según ha dicho, “hoy los ciudadanos y la justicia fiscal europeos han alcanzado una importante victoria”.