Sam Altman, CEO de OpenAI, ha rechazado una oferta de adquisición de 97.400 millones de dólares (aproximadamente 93.400 millones de euros) procedente de un consorcio liderado por Elon Musk, que busca tomar el control de la entidad sin ánimo de lucro que gestiona la empresa de IA. Este intento de adquisición ha reavivado la rivalidad existente entre ambos líderes tecnológicos.

Según informó en exclusiva el Wall Street Journal, la oferta representa un intento de Musk por frenar los planes de OpenAI de adoptar una estructura comercial y mantener su carácter no lucrativo original. El grupo de oferentes incluye a xAI, la empresa de IA de Musk, junto con las firmas de inversión Baron Capital Group y Emmanuel Capital.

Altman rechazó inmediatamente la oferta con un mensaje en X, la plataforma propiedad de Musk: “No, gracias, pero si os parece bien compraremos Twitter por 9.740 millones de dólares”.

Según Reuters, Altman también ha comunicado a los empleados que la empresa continuará con su transformación hacia una estructura con ánimo de lucro. En respuesta, Musk ha acusado a Altman de fraude.

Fuentes cercanas han indicado a Reuters que Musk necesitaría una financiación considerable para completar la adquisición, posiblemente utilizando sus participaciones en Tesla o SpaceX.

Una rivalidad que viene de lejos

OpenAI está llevando a cabo una reestructuración que separa su división comercial de la matriz sin ánimo de lucro para impulsar su capacidad de captación de fondos.

Musk, cofundador de OpenAI, abandonó la organización en 2018 tras desacuerdos con Altman, y desde entonces ha criticado duramente el nuevo modelo de negocio propuesto. Ha llegado incluso a instar a dos estados estadounidenses a obligar a OpenAI a subastar grandes participaciones en su negocio.

Los directivos también han discutido públicamente sobre Stargate, una iniciativa conjunta para desarrollar infraestructuras de IA en la que participa OpenAI, respaldada por el presidente Trump con 500.000 millones de dólares (unos 480.000 millones de euros). En enero, las declaraciones de Musk sobre la viabilidad financiera del proyecto provocaron un enfrentamiento entre ambos en X.