La Comisión Europea (CE) se manifiesta satisfecha con que la adquisición de E-Plus por parte de Telefónica no perjudicará a la competencia en los mercados alemanes de clientes finales y mayorista, siempre que se cumplan ciertas condiciones, y ha aprobado la fusión.
Pese a la reducción del número de operadoras móviles en el país, que pasarán de cuatro a tres, Joaquín Almunia, responsable de políticas de competencia de la CE, ha declarado que “los consumidores alemanes seguirán disfrutando de las ventajas de un mercado competitivo”.
Telefónica se ha comprometido a tomar diversas medidas para lograr que la operación fuera aprobada. Entre ellas destaca la de facilitar a las operadoras virtuales (OMV) la entrada en el mercado (así como la expansión de las OMV existentes). La compañía ha prometido vender -incluso antes de que se formalice la adquisición- hasta un 30% de la capacidad de red de la empresa resultante, a un precio fijo, a un máximo de tres OMV. La capacidad se mide en términos de ancho de banda. La red de la entidad resultante proporcionará a las OMV un “conducto” dedicado para su tráfico de voz y de datos.
Telefónica también ha prometido desprenderse de espectro de ondas de radio y de ciertos activos, ya sea entregándolos a una nueva operadora con red propia o a cualquier OMV que haya adquirido capacidad de red. La CE afirma que dichos activos, combinados con la inminente subasta de frecuencias que convocará el regulador alemán de telecomunicaciones, podría facilitar la entrada en el mercado de una nueva operadora.
En el mercado mayorista, Telefónica se ha comprometido a ofrecer servicios 4G en régimen mayorista a todos los interesados. Asimismo, Telefónica ha asumido que deberá mejorar la capacidad de sus clientes mayoristas para cambiar a los clientes de una operadora a otra.
No todo el mundo ha acogido con alegría la perspectiva de una consolidación de redes en Alemania. El organismo estatal antimonopolio ha manifestado anteriormente su preocupación por un nivel decreciente de competencia. Por su parte, Moody’s ha avisado hace poco de que imponiendo condiciones muy duras a las fusiones entre redes, la Unión Europea corre el riesgo de alentar la competencia de precios en lugar de reducirla mediante una consolidación del sector.
La agencia de calificación señalaba las “medidas competitivas compensatorias” que se exigieron en Irlanda antes de que la UE diera el visto bueno a la fusión entre O2 y Three, las filiales respectivas de Telefónica y Hutchison Whampoa en aquel país.
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