Nokia podría desprenderse de HERE, su división de cartografía, para centrarse en su negocio principal de redes y en saldar su deuda, según informa Bloomberg. Entre los posibles compradores figuran la aplicación de taxis Uber, varios grupos de inversión privados y un consorcio de fabricantes alemanes de automoción. Parece que las ofertas podrían formalizarse antes de final de este mismo mes.

 

Según la memoria empresarial de Nokia, HERE está valorada en 2.000 millones de euros, aunque algunos analistas han aplicado al negocio un precio de venta considerablemente más alto, entre los 3.300 y los 4.800 millones de euros.

 

La empresa finlandesa ha basado su estrategia de cartografía en su compra de Navteq en 2008, por valor de 8.100 millones de dólares.

 

HERE está obteniendo un incremento de ingresos, pero en el ejercicio anterior registró unas pérdidas de explotación de 1.240 millones de euros, que incluyen un deterioro del fondo de comercio valorado en 1.210 millones. Desarrolla su actividad en un mercado delicado, donde su rival principal -Google- ofrece gratuitamente su producto.

 

La división de Nokia ha construido un modelo de negocio centrado en tres oportunidades: navegadores para automóvil, gestión de activos para el sector empresarial y venta de información cartográfica a grandes empresas de internet, como Amazon y Microsoft, que prefieren no recurrir a Google. Sin embargo, las sinergias con el resto de su negocio han pasado a ser menos evidentes desde que Nokia vendió su división de teléfonos a Microsoft.

 

HERE es una de las tres divisiones que le quedan a Nokia, aunque la de redes registra el 90% de la facturación total. Junto a las divisiones de mapas y de redes está también la de propiedad intelectual, denominada Nokia Technologies.

 

Se cree que existirá la habitual cláusula de prevención según la cual, en caso de no recibirse ninguna oferta de valor suficiente, Nokia retirará HERE del mercado. Los ingresos obtenidos con la venta de HERE podrían ser utilizados para reforzar Nokia Networks adquiriendo el negocio de acceso inalámbrico del rival Alcatel-Lucent, ampliando con ello su actividad principal, según Sebastien Sztabowicz, analista de Kepler Cheuvreux.