Los documentos confidenciales de la NSA (Agencia de Seguridad Nacional) filtrados por Edward Snowden, antiguo contratista del organismo, parecen indicar que los EEUU se colaron en los servidores de la sede de Huawei en Shenzen. Huawei, que es desde hace tiempo objeto de sospecha en materia de seguridad (especialmente en los EEUU) ha afirmado en un comunicado -citado por el Financial Times– que “si las acciones que se mencionan en el informe son ciertas, Huawei condena las actividades que invadieron y se infiltraron en nuestra red corporativa interna y vigilaron nuestras comunicaciones”.
Según los documentos que se han filtrado, publicados por el New York Times (NYT) y Der Spiegel durante el pasado fin de semana, los funcionarios de la NSA también interceptaron las comunicaciones de los altos directivos de la empresa.
Los propósitos de la operación de vigilancia de Huawei -cuyo nombre en clave era “Shotgiant”- eran muy amplios. Uno de ellos, según un documento de la NSA fechado en 2010, consistía en encontrar vínculos entre Huawei y el Ejército Popular de Liberación (EPL). Ren Zhengfei, el fundador de Huawei, sirvió como ingeniero en el EPL, lo que ha causado preocupación en algunos círculos políticos occidentales.
Otro de los propósitos de “Shotgiant”, según publica el NYT, era “infiltrarse” en la tecnología de Huawei. De este modo, cuando otros países comprasen equipos del fabricante chino, la NSA podría utilizarlos para llevar a cabo acciones de vigilancia. “Muchos de nuestros objetivos se comunican mediante productos fabricados por Huawei”, indica uno de los documentos de la NSA. “Queremos asegurarnos de saber cómo aprovechar dichos productos”, añade el texto, “para acceder a redes de interés [en todo el mundo]”.
Caitlin Hayden, portavoz de la Casa Blanca, citada por el NYT, afirma que “nosotros no proporcionamos la información que recopilamos a las empresas de EEUU para potenciar su competitividad internacional ni mejorar sus cuentas de resultados. Hay muchos países que no pueden decir lo mismo”.
Hong Lei, portavoz del ministro chino de Exteriores, ha declarado a Reuters que China “está sumamente preocupada” por el supuesto espionaje. “Últimamente, la prensa internacional ha publicado varios informes sobre el espionaje, la vigilancia y el robo de secretos de otros países, entre ellos China, por parte de los Estados Unidos”, ha afirmado durante una de sus ruedas de prensa periódicas. “China ya ha protestado repetidamente por este tema ante los EEUU. Exigimos que los EEUU se expliquen claramente e interrumpan dichas actividades”.
Las revelaciones de que la NSA se infiltró en los servidores de Huawei publicadas por el NYT y Der Spiegel durante el pasado fin de semana se producen después de que varios políticos de EEUU hayan asegurado que Huawei (y ZTE, otro fabricante chino) representan una amenaza para la seguridad de los EEUU. En octubre de 2012, la Cámara de Representantes publicó un informe sobre la supuesta amenaza que Huawei (y ZTE) plantean, en el que se destacaban unas estructuras de gobernanza opacas y los vínculos con el Partido Comunista de China, Tanto Huawei como ZTE reaccionaron de inmediato al informe, asegurando que no existían pruebas que respaldasen las acusaciones.
En el prólogo de un informe reciente de Huawei sobre ciberseguridad, el presidente adjunto de la firma, Ken Hu, ha indicado que cualquier noción de que su empresa está implicada en ciber-intrusiones carece por completo de fundamento. Los EEUU, al menos públicamente, nunca han aportado prueba alguna de que Huawei o ZTE representen una amenaza de seguridad.
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