Se dice que Samsung se dispone a incluir aplicaciones de Microsoft en condiciones preferentes en su esperado smartphone insignia Galaxy S6, en aplicación de una nueva estrategia de software por parte del número uno surcoreano de los teléfonos móviles. Según la web SamMobile, el dispositivo llevará instaladas aplicaciones como OneNote, OneDrive, Office Mobile (con suscripción a Office 365) y Skype.

 

Con anterioridad ya se había informado de que Samsung prepara una renovación de su interfaz de usuario TouchWiz con el fin de “rebajar grasa”, de modo que algunas de las aplicaciones propias de la empresa dejarán de venir preinstaladas.

 

La nueva medida resulta interesante por diversos motivos, entre ellos que Samsung y Microsoft zanjaron hace muy poco una disputa legal entre sus negocios de telefonía móvil. Aunque los términos del acuerdo no se hicieron públicos, parece muy posible que entre ellos hubiera un elemento comercial consistente en la inclusión de los productos de Microsoft en los terminales de Samsung.

 

Y desde el punto de vista de Microsoft, la operación tendría muchísimo sentido. Con su lema “primero el móvil, primero la nube”, la firma ha apostado por atender a los usuarios de muchos de sus productos y servicios principales a través de múltiples plataformas.

 

Si bien Samsung está inmersa en problemas de ventas que tiene que resolver, sigue siendo un gigante del mercado de la telefonía móvil, y por lo tanto proporcionaría a Microsoft una oportunidad interesante para ampliar su alcance.

 

Para Samsung, la operación parece un poco menos clara. Sin duda le ofrecería la posibilidad de reducir la influencia de Google sobre sus productos y servicios, ya que el gigante de las búsquedas es un gran beneficiario de las ventas de teléfonos Android del fabricante.

 

Pero si bien Microsoft es una de las pocas empresas capaces de ofrecer una propuesta completa para smartphones basada en Android pero sin los servicios de Google -tal como hizo Nokia con los dispositivos de su Serie X-, lo que se ha filtrado del acuerdo no parece indicar que los servicios de Google vayan a ser desalojados. Tampoco contribuiría a mejorar la propuesta de servicios propios de Samsung; de hecho, la firma dispone ahora de pocas cosas en su cartera. Y aunque el negocio de teléfonos de Microsoft no representa amenaza alguna para Samsung, no deja de ser competidor suyo, precisamente el aspecto que dio origen al reciente litigio.

 

Por supuesto, Samsung podría haber alcanzado un acuerdo en virtud del cual, y a cambio de dirigir usuarios hacia las aplicaciones de ofimática de Microsoft, obtendría una rebaja en su factura por licencias de patentes. Con ello lograría mejorar sus márgenes sin perjudicar a su propia e inexistente oferta de servicios, y al mismo tiempo no incomodar del todo a Google.