Los consejeros delegados de algunas de las principales empresas tecnológicas de Estados Unidos han mostrado públicamente su apoyo al presidente entrante Donald Trump, en forma de generosas donaciones para la ceremonia de investidura por parte de Amazon, propiedad de Jeff Bezos, y Meta Platforms, de Mark Zuckerberg.

Según el Washington Post, Zuckerberg, presidente de Meta Platforms, ha donado un millón de dólares (unos 950.000 euros) al comité que prepara la investidura de Trump, prevista para el 20 de enero, mientras que Bezos ha aportado otro millón de dólares a través de Amazon.

La CNN informa de que Amazon contribuirá además con una donación en especie, valorada también en un millón de dólares, al retransmitir la toma de posesión en streaming mediante Amazon Video.

Según Bloomberg, Sam Altman, consejero delegado de OpenAI, prevé donar un millón de dólares de su propio bolsillo al fondo inaugural, tras haber contribuido previamente a la campaña de reelección del presidente Joe Biden.



Jeff Bezos planea reunirse próximamente con Trump, quien tuvo una reunión similar con Zuckerberg en la finca que el presidente electo posee en Florida. Según Axios, Sundar Pichai, consejero delegado de Google, también se habría reunido con Trump en Florida el día 12 de diciembre.

Bezos y Pichai, así como Satya Nadella, consejero delegado de Microsoft, son algunos de los altos directivos del sector tecnológico que desde la red social X han felicitado a Trump por su victoria.



Will Oremus, analista de noticias del sector tecnológico en The Washington Post, explicó a la CNN en una entrevista del 13 de diciembre que los directivos de las grandes empresas tecnológicas no elogiaron del mismo modo al presidente Biden tras su victoria en el 2020.

La relación de Trump con muchos de esos mismos directivos fue tensa durante su primer mandato y en el período previo a las elecciones, pero ahora parecen estar dispuestos a doblegarse ante él con tal de ganarse su favor.

En 2019, Amazon atribuyó al entonces presidente Trump la pérdida de un contrato de suministro de servicios de nube al Pentágono valorado en 10.000 millones de dólares (unos 9.500 millones de euros). Al parecer, el mandatario estaba en desacuerdo con Bezos por la cobertura de su labor de gobierno realizada por The Washington Post.

Según el mismo periódico, Trump presentó en 2021 demandas contra Google y Meta en las que les acusaba de censura.

Oremus pone de manifiesto que Trump amenazó con frecuencia a las empresas propietarias de redes sociales durante su primer mandato.

“¿Volverá a hacerlo? Dependerá, en parte, de si considera que las empresas de redes sociales le apoyan, o cree que están ligadas a intereses izquierdistas que quieren poner coto a las teorías conspirativas, al extremismo, al discurso del odio, etc.”

Oremus señala que Meta Platforms saldrá beneficiada si Trump mantiene la prohibición de TikTok propuesta por la administración Biden, mientras que Amazon Web Services aún dispone de importantes contratos con el gobierno federal para el suministro de servicios de nube.

Explica que “ya se vio que Mark Zuckerberg: tras el intento de asesinato, dijo que Trump había estado ‘estupendo’. Creo que entienden que, para Trump, la política es en buena medida algo personal.”

El periodista del Washington Post insiste en que lleva años repitiendo que las grandes figuras de la industria tecnológica no son de derechas ni de izquierdas.

Explica que “son capitalistas. No han llegado a figurar entre las personas más ricas de la historia por su labor como ideólogos. Si se trata de dinero, saben dónde tienen que estar.”

“Creo que ven cómo funcionan las cosas bajo el gobierno del Trump y que si no están a buenas con él van a tener problemas.”

Por supuesto que hay un consejero delegado y una empresa que no tienen ninguna necesidad de congraciarse con Trump. Estamos hablando de Elon Musk, de X. El multimillonario Musk es el hombre más rico del mundo y Trump lo ha designado para la dirección de un futuro Departamento de Eficiencia Gubernamental, junto con Vivek Ramaswamy, que también había aspirado a la presidencia de Estados Unidos.

Según Trump, el nuevo departamento –cuyo acrónimo en inglés, DOGE, es un guiño a una criptomoneda promovida por Musk– asesorará en el “desmantelamiento de la burocracia gubernamental, el recorte de unas regulaciones excesivas, la reducción de gastos superfluos y la reestructuración de los organismos federales”.