El Departamento de Justicia de Estados Unidos sostiene que Google tiene que desprenderse de su navegador web Chrome, porque tan sólo así pondrá fin a una serie de prácticas lesivas para la libre competencia en el ámbito de las búsquedas, pero al mismo tiempo ofrece posibles remedios de comportamiento que permitirían a la empresa conservar el sistema operativo para teléfonos móviles Android.
En un documento presentado a los tribunales, dicho Departamento propone soluciones a los problemas planteados en un caso judicial que Google perdió en agosto, al determinarse que el gigante tecnológico ejerce un monopolio sobre las búsquedas en Internet.
Ya se anunció en octubre que se estaban debatiendo muchos de los puntos que ahora aparecen en la propuesta presentada el 20 de noviembre.
El Departamento de Justicia, así como varios Estados del país que respaldan la acción, señalan que “el restablecimiento de la competencia en el mercado de búsquedas generales y en el de anuncios en resultados de búsquedas en su forma actual exigirá reactivar el proceso competitivo que Google ha estrangulado durante tanto tiempo”.
“La propiedad y el control de Google sobre Chrome y Android, métodos clave para la distribución de buscadores a los consumidores, suponen un reto significativo a la hora de buscar una solución” que libere el mercado sin provocar nuevos problemas en el futuro.
Si bien la única resolución referida a Chrome exige la desinversión completa, el Departamento de Justicia ha ofrecido una vía para que la empresa conserve Android, puesto que “dicha desinversión podría suscitar objeciones significativas por parte de Google u otros participantes en el mercado”.
En principio, el Departamento entiende que la solución más fácil a los problemas relacionados con el sistema operativo es que Google se desprenda de él. Sin embargo, ha presentado una serie de remedios de comportamiento que “embotarían” la capacidad del gigante tecnológico para favorecer la utilización de su buscador en dispositivos móviles.
Así mismo, ha argumentado que el cumplimiento de las normas que eventualmente se acuerden tendría que estar sujeto a supervisión por parte de las autoridades.
También se prohibiría a Google “poseer o adquirir intereses en empresas rivales en el sector de búsquedas, posibles participantes” en dicho mercado y firmas que compitan en IA.
Propuestas radicales
Como era de esperar, la empresa ha tachado de “extremas” las medidas propuestas. Entiende que supondrían una “extralimitación gubernamental sin precedentes”.
Google afirma que “el Departamento de Justicia ha optado por promover políticas intervencionistas radicales que perjudicarían a los estadounidenses y al liderazgo tecnológico mundial de Estados Unidos”.
Así mismo, entiende que “la propuesta del Departamento de Justicia va mucho más allá de la decisión del Tribunal”. Google prevé presentar su propia propuesta al Tribunal en diciembre y ofrecer argumentos más detallados en un juicio previsto para 2025.
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