El analista de IoT Satyajit Sinha ha explicado a Mobile World Live por qué cree que el 5G tiene un papel que desempeñar en el sector, especialmente en categorías emergentes como los vehículos conectados y autónomos, que requieren un ancho de banda mucho mayor que los sensores y rastreadores que contribuyeron a establecer la categoría.

El analista principal de componentes, conectividad y seguridad de IoT de la empresa de investigación IoT Analytics (en la imagen), explica que, en apariencia, no existe una necesidad real de 5G en el IoT y no se observa una evolución clara como ocurrió con las tecnologías móviles anteriores que abarcan desde el 2G al 4G.

Sinha explica que, aunque el 4G ofrece capacidades de alto ancho de banda, el hecho de que se pueda adaptar para cubrir diversas bandas llevó a la conclusión de que podía emplearse para servicios de bajo nivel, en particular aquellos en los que el consumo de energía no era una limitación.

Ahora que existen hasta 18 categorías diferentes de LTE 4G para IoT, surge la capacidad de mejorar los servicios existentes, incluidos los diagnósticos a bordo, que podrían aprovechar múltiples sensores en lugar de los dos o tres que ofrecía el 3G.

Los dispositivos móviles para puntos de venta fueron otro mercado clave para el 4G en IoT, y Sinha recuerda que era relativamente fácil equipar dichos dispositivos con conectividad Cat-4.
Variantes como LTE-M y NB-IoT se impulsaron por casos de uso “donde la batería y la vida útil de los dispositivos” cubrían períodos largos. Estas tecnologías normalmente ofrecían una vida útil de diez años para los dispositivos.

“Por lo tanto, tiene sentido que cada tecnología encontrara su propio lugar en el ecosistema del IoT”, afirmó Sinha.

Cambio de arquitectura

Surgió una necesidad de cambio cuando el LTE-Advanced comenzó a volverse prevalente. Sinha explicó que esta tecnología es más que capaz de manejar servicios adicionales de IoT, pero carece de algunas características clave que el 5G sí aporta.

La arquitectura basada en servicios de esta última tecnología es importante, cree Sinha, porque permite que el software funcione en la nube, dejando el hardware mayormente libre para enfocarse en el elemento de radio o la conectividad de computación en el borde.

Así que, a diferencia de las evoluciones de tecnologías móviles anteriores, “el 5G no es solo un avance del 4G” porque cambia la arquitectura al incorporar la conectividad en la nube.

Este cambio significa que los dispositivos IoT 5G también pueden utilizarse en implementaciones de Open RAN “porque puedes trasladarlo todo a la nube”.

Sinha observa que ya hay algunos servicios que se benefician del 5G, señalando el acceso inalámbrico fijo (FWA), un sistema que ya existía en 4G, pero que solo ahora comienza a demostrar su viabilidad.

Señala que el 4G “no era efectivo” para el FWA debido a la necesidad de distribuir el ancho de banda más allá del alcance de la tecnología.

Como se ha dicho, el 5G aporta más capacidad en términos de ancho de banda, pero Sinha considera que ni siquiera esto es la ventaja principal de usar esta tecnología para FWA. En cambio, el verdadero beneficio se encuentra en las capacidades de segmentación (slicing) de red, que permiten repartir el ancho de banda para aplicaciones específicas en dosis iguales.

Sinha destaca que el IoT sobre 5G también se ha vuelto importante en el ámbito de los vehículos conectados, particularmente en el sector de los vehículos eléctricos, donde la penetración de semiconductores y sensores ha aumentado debido a la necesidad de monitorear elementos como la temperatura de la batería y los motores.

“Cuantos más sensores necesites, más conectividad necesitarás” con el borde o la nube.

Oportunidad

Quizás lo principal sea la capacidad del 5G para allanar el camino para futuros desarrollos: Sinha menciona CV2X y CV2V, especificaciones emergentes de conectividad vehicular que, según él, mejorarán la seguridad al permitir que los vehículos se comuniquen entre sí, así como con la infraestructura en carretera.

En este contexto, el 5G “facilita mucho la vida” al desbloquear funciones que pueden activarse solo en el futuro.

“Así que el 5G abre la puerta a cosas que aún no son posibles en algunos de estos casos”, explica.

Un ámbito muy viable en la actualizad es el 5G privado. Sinha señala que está ganando impulso entre las empresas y en situaciones deportivas, como los recientes Juegos Olímpicos de París, donde Orange proporcionó conectividad a los radiodifusores deportivos mediante una red dedicada.

Existen numerosos ejemplos de clubes deportivos que buscan el 5G privado para atender la demanda de conectividad dentro de sus estadios, pero Sinha señala el posible beneficio para las personas que viven en los alrededores, ya que al sacar a los visitantes de la red pública se resuelve un problema de acceso durante los partidos: “Dar acceso al 5G privado solo para un estadio en realidad ayuda a las personas que viven cerca”.

El analista señala que todavía existen algunos casos de uso que encajan más en la categoría de “estaría bien tenerlo” que en la de necesidad real, pero argumenta que hay algunas situaciones imprescindibles, como la conectividad rural.

Poniendo la India como ejemplo, Sinha destaca que costaría a los operadores “decenas de miles” de dólares desplegar redes fijas por todo el país, pero el 5G abre la puerta a crear clústeres de FWA por una fracción del precio.

Proporcionar esta conectividad podría abrir el camino para atender redes hospitalarias, “dispositivos de atención médica conectados” y “sistemas de monitoreo remoto”.

Sinha reconoce que estas aplicaciones ya eran posibles con 4G, pero argumenta que el 5G es el facilitador, ya que la tecnología de la generación anterior “carece del ancho de banda para soportar” la cantidad de dispositivos de detección que requeriría una instalación de salud.

A pesar del potencial, Sinha cree que el despliegue del 5G privado ha sido lento, siendo el costo de los datos una razón clave, ya que los operadores cobran más para recuperar las inversiones en espectro y despliegues de red.

El analista cree que los gobiernos podrían tener la clave para impulsar el 5G privado y, a su vez, los dispositivos de IoT relevantes, señalando que los despliegues de red en China van por delante de otros países debido a iniciativas nacionales y a un robusto ecosistema de dispositivos.

Los comentarios de Sinha indican que hay un futuro sólido para el 5G en el IoT, aunque como facilitador de servicios nuevos y actualizados en lugar de desplazar necesariamente a otras tecnologías móviles.

Por supuesto, también podría surgir una mayor flexibilidad a medida que se desactiven generaciones anteriores, ya que la 4G y la 5G dispondrán de más espectro gracias a la reasignación.