Intel ha suspendido sus planes de construir una fábrica de chips valorada en 25.000 millones de dólares (unos 23.000 millones de euros) en Israel. La empresa atribuye su decisión a alteraciones en el calendario del proyecto y a la misma dinámica del mercado.

Según el medio local Calcalistech, se ha notificado a los proveedores de Intel en el país la cancelación de los contratos para suministrar equipamiento destinado a la construcción de la nueva fábrica, de acuerdo con un plan acordado por el fabricante de chips y el gobierno israelí en diciembre de 2023.

El acuerdo preveía una subvención de 3.200 millones de dólares (unos 3.000 millones de euros), que el Estado israelí habría otorgado a Intel para la creación de las instalaciones. Sin embargo, la publicación citada observa que la filial israelí de la firma ha trasladado a varios de sus altos directivos a una nueva instalación que se está construyendo en Ohio, Estados Unidos.

Intel y el gobierno israelí habían fijado el año 2028 para la puesta en marcha de la fábrica.

Al parecer, las autoridades israelíes están al corriente de la decisión de la empresa. En una declaración de Intel a la que ha tenido acceso Calcalistech, la empresa explica que “la gestión de un proyecto de tal envergadura, sobre todo en nuestro sector, suele implicar reajustes de calendario”, y añade que las decisiones adoptadas “se fundamentan en las condiciones del negocio, la dinámica del mercado y la gestión responsable del capital”.

Aparentemente, Intel ha reafirmado su compromiso con el mercado israelí, al que califica como uno de sus espacios clave para fabricación e I+D.

En 2023, Intel invirtió 300 millones de dólares (unos 280 millones de euros) en Tower Semiconductor, con sede en Israel, después de que fracasara un proyecto de fusión entre ambas empresas.